Eso que tan poco cuesta decir

 La mentira es algo que casi todos hemos hecho en algún momento. A veces mentimos para evitar problemas, o para hacer que los demás crean algo que no es cierto. Pero, aunque puede parecer que mentir tiene ventajas, realmente plantea una pregunta importante: ¿es correcto mentir, incluso si tiene buenas intenciones?

Algunos filósofos, como Kant, piensan que mentir está mal, sin importar las razones. Según él, mentir no solo afecta a la persona que recibe la mentira, sino que también nos hace perder el respeto por nosotros mismos, porque estamos actuando en contra de lo que sabemos que es cierto. O sea, para Kant, mentir no solo daña a la otra persona, sino también nuestra propia moralidad.

Por otro lado, hay quienes, como Nietzsche, piensan que la verdad no es algo absoluto. Para él, lo que consideramos "verdad" es solo una construcción humana, algo que hemos creado nosotros. Así que, para Nietzsche, mentir no sería siempre algo malo; podría ser simplemente una forma de lidiar con una realidad difícil o incómoda.

En resumen, mentir parece un atajo fácil, pero al final siempre trae consigo complicaciones. Ya sea que mentimos para protegernos o para evitar el conflicto, siempre es complicado porque, al final, la mentira puede romper la confianza entre las personas. Por eso, aunque a veces pueda parecer una solución rápida, la mentira no siempre es la mejor opción.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Desconfianza en tiempos modernos

La gente sin sentimientos

Ser madre no debería de ser una condena